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CENS – patología nasal

Tratamos todos los problemas del área nasosinusal, tanto en población adulta como infantil. Para ello, disponemos de un equipo de profesionales especializados en el diagnóstico y manejo de la patología nasal; contando con un equipamiento técnico de última generación. Dentro de nuestra especialidad, tan importante es saber realizar un correcto diagnóstico del problema de cada paciente, como resolver con la mayor precisión aquello casos que requieran cirugía.

 

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Enfermedades y tratamientos

 

Rinitis

Es la inflamación de la mucosa nasosinusal caracterizada por la presencia de síntomas nasales: estornudos, congestión u obstrucción nasal, prurito o picor oculonasal y rinorrea o producción de moco acuoso. Pueden clasificarse en dos grandes grupos, las rinitis de causa alérgica (por la sensibilización a aeroalérgenos) y las no alérgicas (causadas por medicamentos, alteraciones hormonales, infecciosas y de causa desconocida).

 

Sinusitis

La rinosinusitis es la inflamación de la mucosa sinusal asociada a la inflamación de la mucosa nasal. Según su duración se puede clasificar en agudas y crónicas. Las causas que las producen pueden ser variadas (bacterias, virus, hongos) y el diagnóstico se hace fundamentalmente con la exploración endoscópica de la nariz, apoyándonos a veces en pruebas radiológicas (TAC).  En su tratamiento se utilizan diversos tipos de medicamentos, tanto sistémicos (vía oral o inyectables) como tópicos (en forma de sprays nasales), siendo a veces preciso realizar una cirugía nasal endoscópica para corregir el problema.

Las formas crónicas de sinusitis determinan normalmente la aparición de pólipos nasales.

 

Hipertrofia de cornetes

Los cornetes son estructuras cilíndricas, formadas por el tejido que tapiza el interior de las fosas nasales (mucosa) y por hueso, localizadas en las paredes laterales de la fosa nasal. Son estructuras con mucha irrigación sanguínea por lo que su tamaño puede modificarse en función de los cambios vasculares en ese territorio. Su función es calentar, humidificar y filtrar el aire inspirado antes de que llegue a los pulmones. En ocasiones suelen inflamarse, y producir una sensación obstructiva, de taponamiento,  a nivel nasal. Algunas causas de este cambio son las rinitis alérgicas, el uso de algunos fármacos, excesiva sensibilidad a los cambios bruscos de temperatura, cambios hormonales, etc. Las consecuencias de una dilatación mantenida de estas estructuras pueden ser la evolución a sinusitis (por retención de moco que puede infectarse por gérmenes nasales), apnea del sueño, roncopatía, problemas óticos… Su tratamiento de inicio suele ser médico, mediante el uso de corticoides inhalados, con efecto exclusivo en mucosa nasal. Cuando fracasa el tratamiento médico existen varias opciones quirúrgicas.

Dentro de las opciones quirúrgicas tenemos la resección de los mismos (turbinectomía), o la disminución del tamaño mediante el uso de radiofrecuencia (turbinoplastia) o de láser diodo. En nuestro centro contamos con la últimas técnicas quirúrgicas para solucionar los problemas derivados de la hipertrofia turbinal.

 

Turbinoplastia mediante radiofrecuencia

Nos gustaría destacar la técnica quirúrgica que aplicams en nuestra clinica de Málaga de «turbinoplastia mediante radiofrecuencia» o «radiofrecuencia de cornetes». La finalidad de esta cirugía es la de reducir el volumen de los cornetes, que son unas estructuras que tenemos en la nariz y que tienen la finalidad de humedecer y calentar el aire que entra cuando respiramos. Por su naturaleza estas estructuras ejercen una resistencia al paso del aire, con lo que una reducción en su tamaño mejora la ventilación nasal.
Para ello se utiliza un aparato electromédico que emite una energia en forma de radiofrecuencia, energia con la que se consigue una coagulación de las proteínas.
Con esta tecnología se consigue una cirugía mínimamente invasiva: basta con anestesia local para realizar el procedimiento, es un procedimiento rápido y poco molesto. Además las complicaciones son mínimas y los resultados son muy buenos, en comparación con las técnicas clásicas como la «turbinectomía total o parcial» (eliminar los cornetes completa o parcialmente mediante una cirugía mayor, con mayor posibilidad de complicaciones) o el «electrocauterio de cornetes» (más doloroso, mayor posibilidad de complicaciones)

 

Epistaxis

Las epistaxis son  hemorragias nasales. La prevalencia de las epistaxis  es aproximadamente del 12 %. La distribución por edad muestra dos picos, uno entre los 5-25 años y otro entre los 45- 65 años. La fosa nasal está muy bien irrigada, mediante la red formada por la unión de arterias procedentes de grandes vasos como la arteria carótida interna y externa. El 90 % de las hemorragias nasales se localizan en el tercio anterior del tabique nasal, en su mayoría por sequedad de la zona, manipulación o secundarias a pequeños traumatismos. Cuando las epistaxis son recidivantes es necesario descartar otras enfermedades sistémicas, como alteraciones vasculares, coagulopatías o hipertensión arterial; el uso de tóxicos inhalados, fármacos, etc.

Es muy importante una buena exploración clínica para determinar el origen de la hemorragia y la causa. Su tratamiento puede realizarse mediante el cauterio del vaso ocasionante del sangrado, el uso de taponamiento nasal anterior o posterior o la realización de una embolización arterial en las más graves.

 

Fracturas nasales

Las fracturas nasales son secundarias a traumatismos faciales, donde se produce el hundimiento o segmentación de los huesos propios nasales, pudiendo incluir desviaciones del tabique nasal secundarias. Su diagnóstico suele ser clínico, generalmente cursan con hematoma periorbitario, inflamación del dorso nasal, epistaxis autolimitada, desviación nasal y, en ocasiones, con hematomas del tabique nasal. Los hematomas del tabique suponen una urgencia, ya que deben ser drenados con inmediatez para evitar la necrosis cartilaginosa del tabique. Las pruebas radiológicas pueden servir para el diagnóstico de las mismas. El tratamiento de la fractura nasal es la reducción abierta o cerrada de la misma, en las primeras 24-48 horas.

 

Desviación del tabique nasal

El tabique nasal es una estructura medial en el macizo facial, encargada de dividir en dos la cavidad nasal. Por cambios en el desarrollo o secundario a traumatismos nasales puede desviarse, produciendo la obstrucción al flujo aéreo de una o de ambas fosas.  Esto puede repercutir en la calidad de vida del paciente, cuando se realizan actividades que requieren una mayor ventilación, contribuir a la roncopatía o incluso a las pausas de apnea durante el sueño. Dependiendo del nivel de la desviación pueden ocasionar la retención de moco en los senos paranasales que puede sobreinfectarse con los gérmenes que constituyen la flora nasal, produciéndose una sinusitis. Su tratamiento es quirúrgico, mediante septoplastia. A través de esta técnica se corrige la posición y se reubica en línea media, sin la necesidad de realizar modificaciones estéticas que contribuyan a cambiar los rasgos faciales de los pacientes.